Yokogawa ha llevado a cabo encuestas mundiales con una amplia gama de expertos de la industria y usuarios finales para averiguar cómo la autonomía industrial puede ayudar a las empresas a obtener una mayor satisfacción en el lugar de trabajo entre los empleados y promover el compromiso con los clientes, beneficiando también a la cuenta de resultados.
La autonomía industrial como decisión basada en el valor
- Aunque compartan ideales universales de excelencia, cada empresa tiene retos únicos que superar...
En los últimos cinco años se han introducido en la industria toda una serie de nuevos conceptos relacionados con la tecnología digital Transformación que prometen revolucionar el sector industrial. Aun así, se ha demostrado que casi la mitad de estos proyectos implantados no aportan el valor que esperan las empresas. Un obstáculo común radica en identificar desde el principio dónde y cómo pueden abordarse los retos empresariales.
La investigación puso de manifiesto que, si bien algunos retos serán comunes a todos los proyectos, otros variarán en función de la región, el sector, la empresa e incluso la división o el emplazamiento. Por ejemplo, una empresa farmacéutica centrada en entornos desinfectados hará hincapié en la precisión, la exactitud y la calidad, que serán muy diferentes de las prioridades establecidas para una antigua plataforma petrolífera en alta mar.
Para algunas empresas, la mejora de la seguridad es un punto central, mientras que otras se dirigen más a reducir los defectos de los productos. En cualquier caso, hay algunos objetivos como la mejora de la productividad y la eficiencia que son metas universalmente deseables que nunca están lejos de la mente de un CEO. La autonomía industrial puede ayudar a mejorar la producción optimizando los procesos y reduciendo los tiempos de inactividad, o a nivel individual, dotando a los trabajadores de herramientas adicionales y de capacidad de decisión para mejorar su productividad.
Cubrir el déficit de cualificaciones
- La tecnología puede suplir la falta de cualificación y experiencia de los trabajadores que se jubilan.
Un reto común destacado en toda la industria es el gran porcentaje de trabajadores que se acercan a la jubilación. En el sector del petróleo y el gas, más de una quinta parte de la plantilla tiene más de 55 años. A medida que este grupo se jubila, las empresas afirman que se enfrentan a una enorme pérdida de cualificaciones y experiencia, junto con el reto de contratar sustitutos. Aquí pueden surgir oportunidades para salvar la brecha, por ejemplo, mediante la introducción de la robótica para ayudar a automatizar las actividades repetitivas de baja cualificación, junto con soluciones basadas en la IA para ayudar a mejorar la cualificación de una mano de obra sin experiencia y aumentar los trabajadores móviles conectados.
Aunque la preocupación por la pérdida de puestos de trabajo es habitual cuando se habla de automatización, los comentarios de los expertos del sector indican que, en realidad, esos temores suelen ser exagerados. En un momento en el que las empresas luchan por reemplazar la mano de obra existente, la preocupación no es que la tecnología vaya a sustituir puestos de trabajo, sino más bien si la tecnología puede introducirse con la rapidez suficiente para hacer frente a la inminente escasez.
Llenar el vacío de seguridad
- La autonomía salva a las personas de trabajos peligrosos -
La investigación confirmó que uno de los motores más importantes de las industrias de procesos "pesados" es mejorar la seguridad de los trabajadores y, de forma más general, el entorno de su trabajo. Esto puede adoptar la forma de automatización de trabajos peligrosos, sucios o distantes, apoyando la centralización de Experiencia mediante acceso remoto o centros de control a distancia; automatizando tareas en las que el riesgo de incidencia es alto; o utilizando tecnologías como robots móviles para inspeccionar en entornos peligrosos, como drones que inspeccionan chimeneas de antorchas.
El coste manda
- En la siempre importante cuestión de los costes, la tecnología puede marcar la diferencia...
El desplome de los precios de las materias primas en 2015 obligó a la industria del petróleo y el gas a centrarse en la reducción de costes. Aunque se han logrado mejoras significativas en el coste de extracción del petróleo, la última crisis ha amplificado considerablemente esta necesidad.
Un ejemplo es el coste del personal en alta mar, que es tres veces superior al del personal en tierra. Los expertos comentan que, además de los enormes gastos generales de logística y transporte (por ejemplo, el transporte aéreo de los trabajadores a las plataformas), la reducción de la mano de obra en alta mar con una tecnología de automatización adecuada no sólo reduce los costes de explotación, sino también los de producción de nuevas plataformas, en las que el alojamiento y las instalaciones para el personal también pueden reducirse o eliminarse por completo.
Acerca de las encuestas mundiales
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